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REFLEXIÓN 

Durante este ciclo, se integraron cuatro materias clave a mi portafolio de evidencias: habilidades del pensamiento, comunicación oral y escrita, contabilidad y estudio del derecho. Estas materias representaron no solo un conjunto de conocimientos teóricos, sino también una oportunidad para integrar experiencias significativas que enriquecieron mi aprendizaje.

En habilidades del pensamiento, aprendí a no conformarme simplemente con aceptar la información presentada, sino a cuestionarla, analizarla y desarrollar un pensamiento crítico que me permitiera abordar problemas de manera innovadora y encontrar soluciones efectivas. Esta capacidad de análisis y síntesis se convirtió en una herramienta invaluable que aplico en cada aspecto de mi vida, desde la resolución de problemas cotidianos hasta la toma de decisiones importantes.

La materia de contabilidad me introdujo en el mundo de la gestión financiera, proporcionándome las herramientas necesarias para comprender y administrar eficientemente recursos económicos. A través del análisis de estados financieros, la elaboración de presupuestos y la toma de decisiones informadas, desarrollé una comprensión sólida de cómo manejar responsabilidades financieras tanto a nivel personal como profesional.

La comunicación oral y escrita, por otro lado, me proporcionó las habilidades necesarias para expresar mis ideas de manera clara, coherente y persuasiva. A través de esta materia, aprendí la importancia de la estructura, el tono y el estilo en la comunicación efectiva, así como la necesidad de adaptar mi mensaje según el propósito. Estas habilidades no solo son cruciales en entornos académicos y profesionales, sino que también influyen en la calidad de mis relaciones interpersonales y mi capacidad para colaborar con otros de manera efectiva.

En cuanto a estudio del derecho, fue una materia que me permitió entender el funcionamiento de las normas jurídicas, su importancia en la vida cotidiana y en el entorno profesional. Aprendí a distinguir entre el derecho natural y el derecho positivo, a identificar las fuentes del derecho y a comprender cómo se clasifican las normas jurídicas. Esta asignatura me enseñó que el derecho no solo regula la conducta social, sino que también protege los derechos y obligaciones de las personas. Reflexionar sobre actos y hechos jurídicos, así como sobre los principios generales del derecho, me ayudó a desarrollar una visión más crítica y responsable de mis derechos y deberes como ciudadana. Esta formación jurídica básica me aportó herramientas esenciales para actuar con ética y conciencia en mi vida personal y profesional.

En cuanto a mi experiencia con mi salón de clases, debo admitir que al principio enfrenté algunos desafíos al integrarme con nuevos compañeros. El trabajo en equipo puede resultar un tanto difícil al principio, especialmente cuando se trata de interactuar con personas nuevas, cada una con su propia forma de pensar y trabajar. Sin embargo, a medida que avanzaba el ciclo y nos sumergíamos en proyectos colaborativos, descubrí la riqueza que aporta la diversidad de opiniones y habilidades al proceso de aprendizaje.

Si bien al principio podría haberme sentido más cómoda en mi zona de confort, rápidamente me di cuenta de que la interacción con mis compañeros de clase no solo enriquecía mis perspectivas, sino que también fortalecía nuestras habilidades de trabajo en equipo y comunicación. Hubo momentos en los que enfrentamos desafíos y diferencias de opinión, pero también hubo momentos de colaboración creativa y camaradería que realmente destacaron la importancia de trabajar juntos hacia un objetivo común. En retrospectiva, aunque puede haber sido difícil al principio y quizás me haya llevado un tiempo acostumbrarme a trabajar con nuevos compañeros, definitivamente valoro la experiencia de haber convivido con ellos.

Un momento que destacaría es el conversatorio con empresarios que tuve en la materia de comunicación oral y escrita. Esta experiencia me permitió aplicar mis habilidades de comunicación en un entorno real y establecer conexiones directas entre lo que estaba aprendiendo en clase y el mundo empresarial. Pude poner en práctica mi capacidad para expresar ideas de manera clara y persuasiva, así como para adaptar mi mensaje según la audiencia y el propósito. Además, tuve la oportunidad de aprender de la experiencia y las perspectivas de profesionales exitosos, lo cual fue inspirador y enriquecedor para mi desarrollo personal y profesional.

En conjunto, estas materias y experiencias no solo me han proporcionado conocimientos teóricos, sino que también me han equipado con habilidades prácticas y transferibles que seguirán siendo relevantes a lo largo de mi vida. La capacidad de pensar críticamente, comunicarse efectivamente, comprender las bases del derecho, trabajar en equipo y adaptarse a diferentes contextos son habilidades fundamentales que me han preparado para enfrentar los desafíos del mundo real con confianza y éxito.

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